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Es impresionante cuan a menudo pensamos que estamos en control de algo
cuando en realidad no lo estamos. Cuando piensas que controlas algo,
estás equivocado. El control es una ilusión. El futuro nos tortura, y el
pasado nos encadena. He ahí por qué se nos escapa el presente. ¿Cuántas
veces estamos tratando de controlar un futuro que no podemos predecir?
Nosotros no conocemos el futuro, mucho menos lo controlamos, nos gusta
pensar que lo hacemos, pero eso nunca será verdad.
Y todavía
continuamos creyendo en la ilusión del control. Enfrentamos un mundo
complejo, y buscamos controlarlo como si pudiéramos hacerlo.
Nosotros constantemente hacemos planes que nunca resultan de la manera
que previmos. “ Si quieres hacer a Dios sonreir, haz un plan ”, es otro
de tantos refranes.
Nos han estado entrenando para fijar
metas, y después trabajamos en las acciones que conducen a esas
metas…pero cuantas veces esas metas fracasan? ¿Cuántas veces estamos
tratando de controlar un futuro que no podemos predecir?
Nuestras tentativas para controlar el mundo pueden ser identificadas cuando estamos :
• Intentando controlar como serán nuestros hijos, como si nosotros
pudiéramos formarlos como bloques de arcilla, como si los seres humanos
no fueran más complejos de lo que podemos llegar a entender.
•
Siguiendo cada pequeña cosa, desde ejercitarnos a lo que comemos, a
qué tareas hacemos, a cuantos visitantes están en nuestro sitio, a
cuantos pasos hemos dado el día de hoy y cuantos kilómetros hemos
recorrido. Como si nuestro selectivo itinerario incluyera los muchos
factores complejos que influencian los resultados.
•
Tratando de controlar a los empleados --- otra vez, seres humanos,
complejos, con muchas motivaciones, y caprichos, y hábitos que no
entendemos.
• Planeando obsesivamente proyectos, viajes,
días, fiestas, como si el resultado de los eventos fueran cosas que
podemos contralar con nuestros “poderes de manipulación del mundo”.
Si podemos dejar esta ilusión, ¿ qué estaríamos dejando? ¿Cómo podríamos vivir ?
Considera los pescados.
Un pescado nada en un mar que no le es posible controlar --- como
muchos pretendemos --- . El pescado, que no es muy semejante a nosotros
que digamos, no está bajo ninguna ilusión de que el controla el mar, o a
otros pescados en su entorno. El pescado incluso no intenta controlar
donde termina el agua ; simplemente nada, ya sea dejándose llevar por la
corriente o lidiando con el flujo que viene. Come, se esconde, se
acompaña de otros semejantes, pero sin tratar de controlar alguna cosa.
No somos mejores que ese pescado, aun así nuestro pensamiento crea la necesidad de una ilusión.
Dejemos atrás esos pensamientos. Aprendamos a ser como los pescados.
Cuando estemos en medio de lo que percibimos como un caos, dejemos
atrás la necesidad de controlarlo. Envolvámonos en él, experimentemos
ese momento, no tratemos de controlar el resultado, sino lidiemos con la
corriente que viene.
¿ Cómo vivir nuestras vidas de esa
manera? Es una manera completamente diferente de vida, una vez que
dejemos ir a la ilusión del control:
• Paremos de fijarnos metas, y en lugar de eso hagamos lo que nos apasiona.
• Paremos de planear, y solo hagámoslo.
• Paremos de mirar al futuro, y vivamos el momento.
• Paremos de tratar de controlar a otros, y en lugar de eso enfoquémonos en ser buenos con ellos.
• Aprendamos que confiar nuestros valores es más importante para
tomar la acción que desear y esforzarse para lograr unos pocos
resultados.
• Tomemos cada paso ligeramente, con balance, en
el momento, guiados por nuestros valores y eso que nos apasiona…en vez
de tratar de planear los próximos 1,000 pasos y donde èstos terminarán.
• Nunca nos decepcionemos por cómo las cosas resultan, porque nunca
contábamos con nada - simplemente aceptamos lo que viene.
Esto
te puede parecer una manera pasiva de vivir la vida, y está en contra de
nuestra naturaleza cultural, la cual es agresiva, productiva y
orientada al logro de las metas. Si no puedes aceptar esta manera de
vivir, está bien. Mucha gente vive sus vidas con la ilusión del control,
y no se dan cuenta de que las hace infelices o frustradas. ¿ No es la
peor cosa que puede pasar ?
Pero si tú puedes aprender a vivir de esta manera… es lo más liberador del mundo. "
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