martes, 29 de junio de 2010

Breve anécdota sobre los cuatro pensamientos preliminares

El Ingreso a la Gran Perfección

Una Guía a las Prácticas Preliminares del Dzogchen, compilación, traducción e introducción de Cortland Dahl. Publicado en inglés por Snow Lion Publications como "Entrance to the Great Perfection". Extracto del capítulo: Consejos sobre las prácticas preliminares del Longchen Nyingtik por Dzongsar Jamyang Khyentse Rinpoche. Páginas 184 a 192.

por Cortland Dahl.


El Dharma no es terapia

Estos son los que llamamos pensamientos preliminares. Una vez yo recibí enseñanzas de Su Santidad Dilgo Khyentse Rinpoche, todos los días durante siete meses seguidos, sin interrupción los fines de semana. Enseñaba un tema por la mañana, y uno a la noche. No importaba cual fuera el tema, siempre comenzaba con los pensamientos preliminares, durante por lo menos cuarenta y cinco minutos, a una hora, hablando acerca de ellos. La enseñanza principal usualmente duraba de cinco a diez minutos, o media hora como mucho. Sin lugar a dudas que es muy importante escuchar los pensamientos preliminares una y otra vez. Puede que nos parezca perturbador, sin embargo este es el propósito del Dharma.


Nunca piensen que podrán apaciguar sus vidas al practicar el Dharma. El Dharma no es terapia. En realidad, es lo opuesto. El objetivo del Dharma es el de provocar inquietud en vuestras vidas. Tiene el propósito de poner vuestras vidas patas para arriba. ¿Si eso es lo que deseaban, entonces por qué quejarse? Si no está poniendo vuestra vida patas para arriba, entonces no está funcionando. Ese tipo de Dharma es uno más de estos métodos New Age; el Dharma debería verdaderamente perturbarlos.

Si ustedes practican el Dharma, significa que desean obtener el despertar. Intentar ser feliz o ser una buena persona no es vuestro objetivo principal. Por supuesto, que tampoco se trata de intentar ser una persona infeliz o una mala persona. Como regla, al intentar encajar en la sociedad, intentan ser educados y moderados. Actúan con respeto y con una etiqueta adecuada. Mucha gente piensa que como practicantes del Dharma, deberíamos actuar de cierta manera. Cuando vemos a alguien que pareciera actuar de manera inhumana, pensamos: “¿Cómo puede ser un practicante del Dharma? Es tan arrogante!” Sin embargo, es muy difícil juzgar a otra persona, dado que para un genuino practicante del Dharma, encajar en la sociedad no es realmente el objetivo.

Si un gran maestro del pasado, como Tilopa o Naropa, entraran en nuestra habitación ahora, no les permitiríamos el ingreso! Los veríamos como sin techo, mendigos o hasta intrusos. Imagínense a Tilopa, casi completamente desnudo y tal vez cubierto con algo que se parecería a una tanga, si tenemos suerte. Su pelo nunca ha sido lavado, y hay un pez vivo que sale de su boca, con la cola que aún se agita. “Se supone que es un budista”, pensaríamos, “¿cómo puede hacer algo así?”

Tenemos tendencia a tener una mente muy teísta, muy crítica. Nuestra actitud es muy Shravakayana, en realidad. Por supuesto, que un juicio Shravakayana ya es bastante bueno, pero aquí estamos hablando acerca del Vajrayana. Estamos hablando de superar todos los conceptos. Milarepa, por ejemplo, era considerado una de las personas más feas, más molestas. Dado que tenía la costumbre de andar desnudo, su hermana le regaló un pedazo de tela, con la esperanza que se haría una vestimenta. Pero en lugar de hacerse una camisa o unos pantalones adecuados, ¡coció la tela alrededor de su penis como si fuera una media! Hizo medias para sus manos, sus pies y su penis. ¡Malgastó toda la tela! Ni siquiera lo hizo deliberadamente. Desde un punto de vista común, consideraríamos a una persona así pueril o inhumano.